La reciente discusión sobre la reforma tributaria en Colombia ha generado un intenso debate sobre la efectividad de las medidas propuestas para alcanzar los 12 billones de pesos en ingresos esperados.
A pesar de que se han planteado cambios significativos, se ha señalado que la estrategia no incluye modificaciones al IVA ni a las rentas laborales, lo que limita las posibilidades de alcanzar estas metas fiscales. Uno de los puntos críticos es la exclusión de ajustes al IVA, un impuesto que representa una fuente considerable de ingresos para el Estado.
El Ministro de Hacienda y Credito Público, Ricardo Bonilla Gonzales, expresa que, sin tocar este impuesto, la capacidad del gobierno para incrementar la recaudación se ve comprometida. Además, la falta de cambios en las rentas laborales significa que no se están aprovechando oportunidades para gravar más equitativamente a los sectores de mayores ingresos, lo que podría haber contribuido a cerrar el déficit fiscal.
La reforma, que busca modernizar el sistema tributario y hacerlo más eficiente, enfrenta el desafío de equilibrar la necesidad de ingresos con la equidad social. Sin embargo, la combinación de no tocar el IVA y la inacción sobre las rentas laborales ha llevado a la conclusión de que es poco probable que se logren los objetivos de recaudación esperados, lo que podría tener repercusiones en la financiación de programas sociales y en el desarrollo económico del país.
En resumen, la reforma tributaria en Colombia se encuentra en un punto crítico, donde la falta de cambios en impuestos clave podría obstaculizar el logro de los objetivos económicos propuestos, planteando un dilema sobre la sostenibilidad fiscal a largo plazo.